¡Descubre la fascinante historia detrás del nombre del jamón! ¿Por qué llamamos "jamón" al jamón?

El jamón es uno de los productos más emblemáticos y deliciosos de la gastronomía española. Sin embargo, pocas personas se preguntan por qué lo llamamos "jamón". La respuesta está en la historia y en las influencias culturales que han moldeado el lenguaje a lo largo del tiempo.

Exploraremos el origen etimológico de la palabra "jamón" y descubriremos cómo ha evolucionado a través de los siglos. Veremos cómo esta denominación se ha mantenido a lo largo de la historia y cómo ha llegado a convertirse en sinónimo de calidad y tradición en la cocina española. Además, conoceremos algunas curiosidades sobre el jamón y su importancia en la cultura y la economía del país.

Índice

Cuál es el origen del nombre "jamón"

El nombre "jamón" tiene una historia fascinante que se remonta a tiempos antiguos. Aunque es un término ampliamente utilizado en muchos países, su origen tiene raíces latinas y españolas.

El término "jamón" proviene de la palabra latina "gamba", que significa "pierna". Durante el Imperio Romano, los romanos descubrieron la técnica de salazón y curado de la carne de cerdo, y empezaron a llamar "gamba" a las patas traseras de estos animales preparadas de esta manera.

A medida que la técnica de curado del cerdo se extendió por Europa, el nombre "gamba" fue evolucionando y adaptándose a los diferentes idiomas y dialectos locales. En España, por ejemplo, el término se transformó en "jamo" o "gammo", mientras que en otros países como Portugal se convirtió en "presunto" o "jamo".

Con el paso del tiempo, el término español "jamo" se fue modificando y adoptando diferentes formas. Finalmente, evolucionó hasta convertirse en "jamón", el nombre que conocemos hoy en día.

Otra teoría interesante sobre el origen del nombre "jamón" sugiere que puede estar relacionado con el apellido italiano "Gámbaro", que era común entre los carniceros y expertos en la producción de embutidos en la Edad Media.

Independientemente de su origen exacto, lo cierto es que el nombre "jamón" ha perdurado a lo largo de los siglos y se ha convertido en un sinónimo de la deliciosa y apreciada carne de cerdo curada. Ya sea que lo disfrutes en finas lonchas en un plato de tapas o en su forma más tradicional como parte de una comida festiva, el jamón siempre ha sido valorado por su sabor único y distinguido.

Qué significado tiene la palabra "jamón" en su origen

El origen de la palabra "jamón" se remonta a tiempos ancestrales. A lo largo de la historia, muchas civilizaciones han dejado su huella en la gastronomía, y el jamón no es una excepción. El término "jamón" proviene del latín vulgar "gamenus", que a su vez deriva del griego antiguo "kamós". Ambas palabras hacen referencia al muslo o pierna trasera de un animal.

La denominación de "jamón" ha sido utilizada desde la época romana para referirse a esta deliciosa pieza de carne curada. Durante el Imperio Romano, el jamón era considerado un manjar reservado para las clases más altas de la sociedad. Su sabor intenso y su textura jugosa conquistaban los paladares de los patricios y nobles de la época.

Con el paso del tiempo, la popularidad del jamón creció y se extendió por diferentes regiones de Europa. Cada país fue desarrollando su propia forma de curado y preparación, lo que llevó a la diversificación de nombres para esta delicia culinaria.

¿Por qué llamamos "jamón" al jamón?

La denominación específica de "jamón" para referirse a esta pieza de carne curada tiene sus raíces en la Edad Media. Durante ese período, en muchas localidades de España y Portugal se empezó a utilizar el término "jamón" para nombrar a este producto alimenticio. Esta palabra se derivó del árabe "jimah" (جمه), que significa "muslo" o "pierna".

La influencia árabe en la península ibérica durante la Edad Media fue determinante en la cultura y en la gastronomía. Durante el periodo de Al-Andalus, se introdujeron nuevos métodos de curado y salazón de la carne, lo que permitió el desarrollo del jamón tal como lo conocemos hoy en día.

La palabra "jamón" se afianzó en la lengua española y portuguesa, convirtiéndose en el término más utilizado para referirse a esta exquisita pieza de carne curada. A medida que España y Portugal exploraron otros continentes, llevaron consigo la tradición y el conocimiento del jamón, difundiéndolo por todo el mundo.

Por qué se le puso ese nombre específico a este tipo de carne

El jamón, una de las carnes más apreciadas y consumidas en todo el mundo, tiene una historia fascinante detrás de su nombre. ¿Por qué le llamamos "jamón" a esta deliciosa pieza de carne? Para comprenderlo, es necesario adentrarnos en los orígenes de esta denominación y explorar cómo ha evolucionado a lo largo del tiempo.

Origen etimológico del término "jamón"

El término "jamón" proviene del latín vulgar "gamba", que a su vez deriva del latín clásico "geminus". En la antigua Roma, este vocablo se utilizaba para referirse al muslo o a la pata trasera de un animal, especialmente del cerdo. Con el paso del tiempo, el vocablo fue evolucionando hasta convertirse en "jambon" en francés, "ham" en inglés y finalmente en "jamón" en español.

La elección del término "jamón" como denominación de esta exquisita carne no es casualidad. Históricamente, el cerdo ha desempeñado un papel fundamental en la alimentación humana, especialmente en regiones donde la cría de este animal era una práctica común.

En muchas culturas, el cerdo era considerado un animal sagrado y venerado por sus propiedades nutritivas y su capacidad de brindar sustento a las comunidades. Desde la época de los romanos, el cerdo se convirtió en uno de los animales de granja más criados y consumidos, siendo el "jamón" una de las partes más apreciadas y valoradas.

La relevancia cultural del cerdo se ha visto reflejada en numerosas tradiciones y festividades a lo largo de la historia. Por ejemplo, en España, el jamón es un elemento central en celebraciones como la matanza del cerdo, donde se rinde homenaje a esta carne tan apreciada.

El jamón en la gastronomía y la cultura española

El jamón ha sido parte fundamental de la gastronomía española desde tiempos ancestrales. Su elaboración y consumo se han convertido en todo un arte, en una tradición que ha pasado de generación en generación.

En España, existen diferentes variedades de jamón, cada una con sus propias características y denominaciones de origen. El jamón ibérico, por ejemplo, es uno de los más reconocidos a nivel mundial debido a su calidad y sabor excepcionales.

El consumo de jamón en España va más allá de la simple alimentación. Es toda una experiencia sensorial que implica saborear y apreciar la textura, el aroma y el sabor de esta delicia culinaria.

La evolución del término "jamón" en el tiempo

A lo largo de los siglos, el término "jamón" ha sufrido diversas transformaciones y variaciones. Cada región y lengua ha adoptado su propia denominación para referirse a esta pieza de carne tan preciada.

En algunos países de América Latina, por ejemplo, se utiliza el término "pernil" para referirse al jamón, mientras que en otros lugares como Argentina se le conoce como "paleta". Estas variaciones demuestran cómo el término ha evolucionado y se ha adaptado a diferentes contextos culturales y lingüísticos.

El jamón: un símbolo de tradición y calidad

En definitiva, el nombre "jamón" es el resultado de una larga trayectoria etimológica y cultural. Desde su origen latino hasta la actualidad, esta denominación ha sido asociada al cerdo y a su pata trasera, convirtiéndose en un producto gastronómico de gran valor y prestigio.

Hoy en día, el jamón sigue siendo sinónimo de calidad, exquisitez y tradición. Tanto en España como en muchos otros países, disfrutar de un buen jamón es toda una experiencia culinaria que permite apreciar los sabores y aromas únicos de esta deliciosa carne.

Hay alguna historia interesante detrás del nombre "jamón"

El jamón, ese delicioso y sabroso manjar que todos conocemos y amamos. Pero ¿alguna vez te has preguntado de dónde proviene su nombre? ¿Existe alguna historia interesante detrás de esta denominación tan común en nuestra cultura culinaria?

Pues resulta que sí, el origen del nombre "jamón" tiene una historia apasionante que se relaciona con la evolución de las lenguas y las influencias culturales a lo largo de los siglos.

Origen etimológico

Para entender el origen del nombre "jamón", tenemos que remontarnos a la antigua Roma. En latín, la lengua madre del español, el término utilizado para referirse a esta parte del cerdo era "gamba". Sin embargo, con el paso del tiempo y las transformaciones lingüísticas, el término fue cambiando hasta llegar a lo que conocemos hoy en día como "jamón".

La palabra "gamba" pasó a convertirse en "jamba" en romance, luego se fusionó con el artículo definido "el" dando origen a "el jamba", y finalmente fue simplificada a "el jamón". Este proceso de evolución fonética es común en muchas palabras y contribuyó a darle forma al idioma español tal como lo conocemos ahora.

Influencias gastronómicas y culturales

A lo largo de los siglos, España ha sido un país influenciado por diversas culturas y sus respectivas gastronomías. Estas influencias también han dejado huella en el nombre del jamón.

Una de las teorías más aceptadas es que el nombre "jamón" derivó del árabe "jambon", palabra que se usaba para referirse a la carne curada. Durante la época de la dominación musulmana en la Península Ibérica, los árabes introdujeron técnicas de curado y salazón que dieron lugar al exquisito jamón ibérico que conocemos hoy en día.

Además, la expansión del Imperio Romano por Europa también contribuyó a la divulgación de esta delicia culinaria bajo diferentes denominaciones, como "ham" en inglés o "jambon" en francés. En definitiva, parece ser que el nombre "jamón" es una mezcla de evolución lingüística y fusiones culturales que lo han convertido en un término universalmente reconocible.

Un manjar con diversas variantes

A lo largo y ancho del mundo, el jamón es una auténtica institución gastronómica, aunque su producción y consumo puede variar según la región.

En España, por ejemplo, existen diferentes tipos y calidades de jamón. El más conocido es el jamón ibérico, proveniente de cerdos de raza ibérica alimentados con bellotas durante su vida. Este jamón se caracteriza por su sabor intenso y su textura jugosa y tierna.

Pero no podemos olvidarnos del jamón serrano, elaborado a partir de cerdos blancos criados en las regiones montañosas de España. Este jamón también tiene un sabor inigualable y es muy apreciado tanto dentro como fuera del país.

Otras regiones del mundo también tienen sus propias variantes de jamón, como el famoso prosciutto italiano o el pršut croata. Cada uno tiene características y procesos de elaboración diferentes pero todos comparten ese sabor irresistibly delicious que hace del jamón un auténtico manjar.

El nombre "jamón" es el resultado de siglos de evolución lingüística y fusiones culturales. Su origen etimológico se remonta a la antigua Roma y ha sido influenciado por las diversas culturas y gastronomías presentes en España a lo largo de la historia. Ya sea jamón ibérico, jamón serrano, prosciutto o pršut, este manjar sigue siendo una delicia reconocida y disfrutada en todo el mundo.

Existen diferentes teorías sobre el origen de la palabra "jamón"

El jamón, ese delicioso manjar que tanto amamos, tiene una historia fascinante detrás de su nombre. ¿Alguna vez te has preguntado por qué lo llamamos "jamón" al jamón? A lo largo de los años, han surgido diferentes teorías que intentan explicar el origen de esta palabra tan peculiar.

Una de las teorías más aceptadas es que la palabra "jamón" proviene del latín vulgar "gambam". Durante la época romana, existía una técnica de conservación de la carne conocida como "iambonem". Esta consistía en salar y secar la carne de cerdo para mantenerla en buen estado durante largos periodos de tiempo. Con el paso del tiempo, el término "iambonem" evolucionó hasta convertirse en "gambo", y finalmente en "jamón".

Otra teoría sugiere que la palabra "jamón" deriva del árabe antiguo "chamón". Durante la ocupación árabe en España, se introdujo el consumo de carne de cerdo en la Península Ibérica. Los árabes tenían un gran aprecio por esta carne cruda y curada, y la llamaban "chamón". Con el tiempo, esta palabra fue adaptada y transformada en "jamón" por los hablantes del español.

Por otro lado, algunos lingüistas también plantean que el término "jamón" podría tener un origen celta. En lenguas celtas como el gallego y el asturiano, existe el vocablo "xamón" o "chamón", que se refiere a la parte delantera de cerdo. Según esta teoría, cuando los romanos llegaron a la Península Ibérica y entraron en contacto con los celtas, adoptaron este término para referirse al producto cárnico que hoy conocemos como "jamón".

Sea cual sea el origen real de la palabra "jamón", lo cierto es que este manjar tiene una larga historia que se remonta a civilizaciones antiguas. A lo largo de los siglos, el jamón ha sido apreciado por su sabor único y su proceso de curación artesanal. Ya sea que disfrutes de un buen "jamón serrano" español o de un exquisito "prosciutto" italiano, la historia y el sabor de este embutido difícilmente dejarán de sorprenderte.

Cómo ha evolucionado el nombre del jamón a lo largo de la historia

El nombre del jamón es una de las curiosidades que nos intrigan a todos. A lo largo de la historia, ha habido diferentes teorías y explicaciones para el origen de esta palabra tan común en nuestras cocinas. Si bien la respuesta definitiva puede ser difícil de alcanzar, podemos explorar cómo ha evolucionado el nombre del jamón a lo largo del tiempo.

La primera mención de la palabra "jamón" se remonta a la antigua Roma. En latín, la palabra utilizada era "gamba", que se refería a los huesos de las patas traseras de los cerdos. Estos huesos eran considerados un manjar y se preparaban de diversas formas.

A medida que pasó el tiempo y la cultura romana influyó en otras sociedades, la palabra "gamba" fue transformándose en "gammon" en inglés antiguo y "jambo" en francés antiguo. Estos términos hacían referencia tanto a los huesos como a las piezas de carne de las patas traseras del cerdo.

Con la llegada de la Edad Media, el comercio de jamones se convirtió en una práctica común. Se transmitieron técnicas de curado y se extendieron por todo el continente europeo. Durante este período, el uso de la palabra "hamme" en inglés antiguo se hizo más frecuente, lo que derivó en "ham" en inglés medio y finalmente en "hamón" en español.

El término "jamón" fue adoptado ampliamente en España, donde se desarrolló una tradición y una cultura en torno a este alimento. La península ibérica se convirtió en uno de los principales productores y exportadores de jamón, y su nombre se consolidó.

A lo largo de los siglos, el jamón ha seguido siendo un alimento muy apreciado y la palabra "jamón" se ha mantenido casi sin cambios en muchos idiomas. En otros idiomas, como el inglés, se utilizaron variantes de la palabra para referirse a diferentes tipos de hamón: "ham" para el jamón cocido, "gammon" para el jamón ahumado y "prosciutto" para el jamón crudo italiano, por ejemplo.

El nombre del jamón ha ido evolucionando desde la antigua Roma hasta nuestros días. A través de influencias culturales y lingüísticas, la palabra "jamón" ha llegado a representar este exquisito producto que tanto disfrutamos.

Cuáles son las etimologías propuestas para la palabra "jamón"

El origen del nombre "jamón" es objeto de debate entre los expertos. Existen varias teorías y etimologías propuestas para explicar el origen de esta palabra tan común en nuestra gastronomía.

Etimología romana

Una de las teorías más aceptadas es que la palabra "jamón" procede del término latino "gambonem". En la antigua Roma, "gambonem" hacía referencia a las patas traseras del cerdo saladas y curadas, una preparación similar al jamón actual. Con el paso del tiempo y las transformaciones fonéticas propias de la evolución de las lenguas, "gambonem" habría derivado en "jamón".

Etimología árabe

Otra teoría sugiere que el origen del término se encuentra en la dominación árabe de la Península Ibérica durante la Edad Media. Según esta hipótesis, la palabra "jamón" provendría del término árabe "jamb", que significa "muslo" o "pata". Durante este periodo, los árabes introdujeron la técnica de curado y salazón del cerdo a la península, y con ella el vocablo "jamb". A lo largo de los siglos, esta palabra se habría castellanizado hasta llegar a la forma actual de "jamón".

Etimología prerromana

Algunos estudiosos también plantean una posible etimología prerromana para el término "jamón". Se ha sugerido que podría derivar de palabras previas a la influencia latina, pertenecientes a lenguas habladas en la península ibérica antes de la conquista romana. Sin embargo, hasta el momento no se ha encontrado suficiente evidencia para respaldar completamente esta teoría.

Aunque no hay consenso absoluto sobre el origen exacto de la palabra "jamón", las teorías más aceptadas sugieren un origen latino o árabe. Ya sea por influencia romana o por la introducción de términos árabes durante la Edad Media, lo que está claro es que el jamón es uno de los alimentos más emblemáticos de nuestra cultura gastronómica.

El nombre del jamón tiene alguna relación con otros idiomas o culturas

El origen del nombre "jamón" tiene una interesante relación con otros idiomas y culturas, lo que le otorga un carácter aún más fascinante. Aunque es ampliamente utilizado en el español, también podemos encontrar similitudes en otros idiomas.

En primer lugar, si observamos las lenguas romances, encontramos que en francés se le denomina "jambon", en italiano "prosciutto" y en portugués "presunto". Estas palabras tienen raíces latinas y todas ellas hacen referencia a esta exquisita pieza de carne curada y ahumada.

Por otro lado, si retrocedemos en la historia hasta la época del dominio árabe en la península ibérica, encontramos influencias lingüísticas muy importantes. El término "jambon" de francés proviene del árabe "hamm", que significa precisamente "jamón". La palabra "ham" en inglés también tiene su origen en esta raíz árabe.

Además, en las culturas anglosajonas, podemos observar que existe una clara conexión con la palabra española "ham", que es utilizada para referirse al jamón curado. Esta influencia del español es producto de la expansión del Imperio español durante los siglos VI y VII, donde el jamón se popularizó en diferentes regiones del globo.

La importancia cultural y gastronómica del jamón

No es de extrañar que el jamón sea considerado uno de los productos estrella de la gastronomía española. Su exquisitez, sabor único y larga tradición han hecho que se convierta en un verdadero símbolo de la cultura culinaria española.

El jamón es un ingrediente muy versátil que se puede disfrutar de muchas maneras: ya sea en deliciosas tapas, en bocadillos gourmet o como protagonista principal en una tabla de embutidos. Su sabor intenso y aromático es resultado del proceso de curación y ahumado al que se somete, lo cual le confiere su característico color rojo oscuro y su textura jugosa.

No solo en España es considerado un manjar, sino que también ha traspasado fronteras y se ha ganado un lugar destacado en la cocina internacional. En países como Francia e Italia, el jamón español es apreciado y consumido por los amantes de la buena mesa, quienes reconocen su calidad incomparable.

La tradición y el arte detrás de la elaboración del jamón

Para comprender realmente la historia del jamón, debemos adentrarnos en la importancia de su elaboración artesanal. Se trata de un proceso minucioso que requiere de experiencia y dedicación para lograr los sabores y texturas deseados.

El jamón se obtiene de cerdos seleccionados, criados en condiciones óptimas para garantizar la calidad de la carne. Tras el sacrificio, comienza el proceso de salazón, donde la pieza se frota con sal marina para conservarla y potenciar su sabor. Luego de esta etapa, el jamón se deja reposar y secar en un ambiente controlado durante varios meses e incluso años.

La curación del jamón es todo un arte. Los maestros jamoneros conocen a la perfección los tiempos y condiciones ideales, así como los movimientos necesarios para asegurar la correcta maduración de la carne. Este proceso transforma el cerdo en una auténtica delicia culinaria.

El nombre "jamón" guarda una estrecha relación con otros idiomas y culturas, lo cual refleja la riqueza y diversidad gastronómica que existe en el mundo. Además, su importancia cultural y gastronómica, junto con la tradición y el arte detrás de su elaboración, hacen que esta pieza de carne sea algo más que un simple alimento, convirtiéndose en un emblema de la cocina española y en un deleite para los paladares más exigentes.

Cuál es el vínculo entre el nombre "jamón" y la comida española

El jamón es un alimento típico de la gastronomía española que ha conquistado paladares en todo el mundo. Su exquisitez y sabor único hacen que sea muy codiciado, pero ¿alguna vez te has preguntado cómo se le puso este nombre tan peculiar?

La palabra "jamón" proviene del latín vulgar "gamba", que significa "pierna". Durante la época del Imperio Romano, este término se utilizaba para referirse a las extremidades traseras de los cerdos que eran secadas al aire para su conservación.

A medida que el consumo de carne de cerdo se extendía por Europa, cada región adoptaba su propia denominación para esta delicia culinaria. En el caso de España, el término "jamón" se popularizó debido a su sonoridad y facilidad de pronunciación.

Además, el hecho de que solo se utilice la pierna trasera del cerdo para elaborar el jamón también influyó en la elección de este nombre. El jamón es considerado una de las partes más jugosas y sabrosas del cerdo, lo que lo convierte en uno de los tesoros culinarios más apreciados tanto dentro como fuera de España.

El jamón ibérico: una joya gastronómica

Aunque el origen del nombre "jamón" se remonta a tiempos antiguos, no podemos dejar de mencionar la importancia del jamón ibérico en la cultura gastronómica española.

El jamón ibérico es una variedad única y exclusiva, criada en la península ibérica y alimentada principalmente con bellotas. Esto le otorga un sabor y textura inigualables, convirtiéndolo en un auténtico manjar.

El proceso de elaboración del jamón ibérico es todo un arte, que combina tradición y conocimientos transmitidos de generación en generación. Desde la selección de los cerdos ibéricos criados en condiciones óptimas hasta el tiempo de curación en bodegas naturales, cada paso es clave para obtener un producto de máxima calidad.

El resultado final es un jamón de color rojo intenso, infiltrado de grasa entreverada, con un aroma característico y un sabor único y exquisito. Es por esta razón que el jamón ibérico es reconocido como una joya gastronómica y considerado uno de los mejores productos gourmet de España.

Disfruta del jamón: un placer para los sentidos

El jamón no solo es apreciado por su sabor y calidad, sino también por la experiencia sensorial que brinda al disfrutarlo. Su aroma penetrante y embriagador, su textura jugosa y delicada, y su sabor intenso y persistente hacen que cada bocado sea una verdadera fiesta para los sentidos.

Vivir la experiencia de saborear un buen jamón es adentrarse en la cultura y tradición culinaria de España. No es de extrañar que este manjar forme parte de las celebraciones y eventos más importantes en este país, siendo símbolo de alegría, reunión y buen gusto.

El nombre "jamón" es una herencia de tiempos remotos que ha pervivido hasta nuestros días. Detrás de esta denominación se esconde una historia rica y fascinante, que nos conecta con nuestras raíces y tradiciones culinarias.

Así que la próxima vez que te deleites con un buen jamón, recuerda que no solo estás saboreando una deliciosa pieza de carne curada, sino también honrando una historia ancestral que ha trascendido fronteras y conquistado corazones.

Se puede encontrar alguna influencia lingüística en la elección del nombre "jamón"

La historia del nombre "jamón" es tan fascinante como el propio alimento. Una pregunta que muchos se han hecho es por qué llamamos "jamón" al jamón. La respuesta puede encontrarse en una interesante influencia lingüística.

Para comprender mejor esta influencia, debemos remontarnos a la época medieval en la Península Ibérica. En aquel entonces, España estaba bajo la influencia de los árabes, quienes ocupaban gran parte del territorio. Durante su dominio, los árabes introdujeron muchas palabras y costumbres en la cultura española, incluyendo la gastronomía.

Uno de los alimentos que los árabes trajeron consigo fue una técnica de curado de carne que consiste en salarla y secarla al aire durante un largo período de tiempo. Esta técnica se utilizaba comúnmente con la carne de cerdo, y los árabes la llamaban "jamón".

Cuando los españoles aprendieron esta técnica de curado de carne, adoptaron la palabra árabe "jamón" para referirse a este exquisito manjar. A lo largo de los siglos, la palabra "jamón" se arraigó en el vocabulario español y se convirtió en el nombre estándar para este producto tan apreciado.

Resulta fascinante cómo una palabra de origen árabe se haya incorporado tan profundamente en la cultura y el lenguaje español. Es un testimonio del rico intercambio cultural que ha tenido lugar a lo largo de la historia en la Península Ibérica.

Hoy en día, cuando disfrutamos de una deliciosa loncha de "jamón", podemos recordar la influencia árabe en el nombre de este apreciado alimento. Además de su exquisito sabor y textura, el "jamón" nos conecta con una larga tradición gastronómica que se remonta a siglos atrás.

El término "jamón" proviene del latín vulgar "gamanus", que hacía referencia a la pata trasera de los cerdos utilizada para hacer embutidos.

El término "jamón" se utiliza específicamente para referirse a la pata trasera del cerdo curada y ahumada, debido a su importancia en la gastronomía y tradición alimentaria.

No hay una fecha exacta, pero el término "jamón" se empezó a utilizar en España desde la Edad Media para denominar a este producto cárnico.

Sí, en algunas regiones de España se le conoce como "pernil" o "xamón". También existen otros nombres en diferentes países hispanohablantes.

El término "jamón" se ha mantenido en español debido a su arraigo cultural y porque es reconocido internacionalmente como un producto gourmet típico de la gastronomía española.

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